VATICANO,
06 Nov. 13 / 01:25 pm (ACI).-
Al culminar la audiencia general de hoy en la Plaza de San Pedro, el Papa
Francisco conmovió nuevamente al mundo al abrazar efusivamente a un hombre que
padece neurofibromatosis, una enfermedad neuronal que causa tumores en la piel
y en los huesos, causando gran dolor.
Las personas que padecen esta enfermedad, de origen genético y que
no se contagia, son discriminadas muchas veces por su apariencia.
Al saludar, como hace habitualmente, a los peregrinos que llegaron
para participar en la Audiencia General, en un intenso gesto de amor por las
personas que padecen enfermedad, el Papa se detuvo durante varios minutos para
acoger en sus brazos al hombre enfermo. Instantes después lo tomó del rostro y
le dio su bendición.
La neurofibromatosis puede ocasionar parálisis, problemas de
visión, sordera, retardo mental, migrañas e incluso cáncer, y su tratamiento es
muy complicado.
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